Mora Gurrea, J

González Maeso, I

Bestard Vallejo, J

Pérez Polo, M

Coello González, A

Seco Frías, J

Rodríguez García, N

Gutiérrez Sanz-Gadea, C

INTRODUCCIÓN: Si bien a raíz de la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 la Sociedad Europea de Urología recomienda el uso de la telemedicina para el seguimiento de los pacientes urológicos, en nuestro centro su uso es habitual desde hace años en las consultas de cáncer de próstata avanzado. Revisamos el uso de la consulta telefónica (CT) en el seguimiento de los pacientes en tratamiento con abiraterona y enzalutamida, analizando los motivos de realizar dicha CT, sus consecuencias y si el uso de la CT ha permitido reducir el número de consultas presenciales (CP) en estos pacientes. 

MATERIAL Y MÉTODOS: Entre febrero de 2014 y marzo de 2020 hemos iniciado un total de 72 tratamientos (42 con abiraterona y 30 con enzalutamida)  que han generado un total de 1314 visitas: 843 presenciales (64,1%) y 471 telefónicas (35,8%).

RESULTADOS:

• El principal motivo para realizar la CT fue valorar la tensión arterial (74,3%), seguido de la valoración de analíticas (53%) y de la revisión de otros exámenes (11%). En la mayoría de casos se decidió mantener el tratamiento sin cambios (73,2%), seguido de la modificación del tratamiento (11,2%) y de la petición de pruebas complementarias (6,1%). 
• La media de consultas por año fue de 21,4 (6,7-365), siendo la media de CP por año de 17 (4,2-365) y la media de CT por año de 4,3 (0-27,2).  La media de CT por año fue superior en los pacientes seguidos por Urología que en los seguidos por Oncología (6,1 vs 0.8, p<0,001). 
• Existe una correlación inversa moderada entre el número de CT por año y el número de CP por año (r=-0,347, p=0,003). Los pacientes seguidos con ≥ 4 CT por año presentaban un número inferior de CP por año que el resto (9,2 vs 13,7, p<0,0001) sin que hubiera diferencia significativa en el número total de consultas por año (17,1 vs 15,1, p=0,6). 

CONCLUSIONES: En nuestro centro el uso de la telemedicina se ha asociado con una reducción del número de CP en los pacientes en tratamiento con abiraterona y enzalutamida, lo que la hace ser un elemento especialmente útil en un escenario de crisis sanitaria como el actual.